Company of Wolves

Company of Wolves
Bark at the Moon

domingo, 12 de octubre de 2014

Sé que es triste.

Ahora lo entiendo todo.
Se trataba solamente de decirlo,
de escribir del amor y de sus caños líberes,
del hueco de los hombros al costado de las camas,
se trataba simplemente
de sentir ese dulzor que esperaba a los pliegues de la carne,
de morar en los cobijos del lazo y la almohada.

Pero no sé por qué.
Por qué a mí, por qué yo, quién
me señaló para singlar el miedo sin zapatos.
Cuándo espesó esta boria que me ha quebrado el mástil,
qué me ha dejado dueño de estas calas vacías, de tantos
acertijos sin otra solución
que los inviernos, y dónde coño
está hoy el guerrero que defendía su fe, y dónde
yacen descosidas sus banderas.

Quería pediros perdón, pero esto está pasando.
Soy un enfermo sin traje de aislamiento.
Infeccioso como el negro bastardo de estas lunas menguantes,
pírrico en sus labios vagabundos, el último precio vil
del sucio comercio del dolor y la locura.

No tiene sentido, no.
Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento.







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