Company of Wolves

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Bark at the Moon

martes, 30 de diciembre de 2014

Padres.

Me dijeron tantas veces
los doctos jesuitas que forjaron mi madurez
que éramos traperos del tiempo, y con sus harapos
compondríamos una perfecta y ordenada vestimenta.
Los años han pasado y presiento
que las almas siguen en pelotas, que la noche
sigue cambiando de santo y seña y el despertar
se está hastiando de sus motivos resabiados.

Me dijeron tantas veces
que seríamos triunfadores en esta justa amañada.
Que Dios no nos dejaría tan solos.
Que tendríamos armas para contener la evidencia
de los recidivos y agotadores
calendarios.
No quiero recordar cómo me engañaron.
La muerte ha sido más que la sed y sus albos espías
graznan canciones de Navidad
a la misma entrada de nuestros últimos
refugios.

2 comentarios:

  1. Graznan canciones de Navidad. Los harapos se desilachan sin piedad. La energía a veces huye sin destino. Esos pies que ilustran su poema, Sr. de la Orden, me recuerdan el estado de mi alma en estas caprichosas e inventadas fechas. Raídas las huellas, la energía evaporada y la fé huida a recónditos paisajes....¿Dónde buscamos la esperanza?. Los jesuitas ciertamente nos engañaron...

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  2. Como tantas gentes y tantos eventos, Joaquín, el engaño por enseña, la obscuridad como única certeza. No son buenos estos derroteros. Hay pozos de los que se puede no salir.

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