Qué hermoso el dark metal esta mañana,/
el sol emperrado contra la afirmación tajante,/
sí, Satán existe,/
esta gente cobra contratos falsos a los extranjeros sin papeles,/
hay tiendas de veinticuatro horas donde se acinan los niños,/
esos dependientes de nuestras putas coca-colas y nuestros vicios,/
los negros se duelen al sonreírnos por unos céntimos,/
los hijos golpean a sus viejos y los forenses dan fe del horror,/
los jóvenes borrachos de desamor lloran en trastienda de los bares,/
Satán se ríe, y las teens siguen tragando lefa en Internet,/
y qué cojones sabré yo de todo esto.../
En la comodidad de mi sofá y la tumba de mi cama,/
en mis hijos con dinero para sus viajes de estudios,/
en mi cuenta corriente donde enmascaro mi supuesta utilidad,/
Satán álgido, Satán bigardo, el callado señor de los hombres,/
el valedor de los penes que hallan su consuelo en la nupcial mentira,/
el icono más adorado en nuestras colecciones de impurezas,/
mientras el "Coño Insumiso" procesiona bajo palio en Sevilla,/
durante las misas en las que les miramos el culo a las jovencitas./
Qué hermoso el dark metal esta mañana,/
las vírgenes de la coral vomitando sus sucios latinajos,/
los edictos del BOE requiriendo a Dios para que se abstenga/
de toda intervención,/
las lápidas pronto pobladas de cruces invertidas y de flores/
muertas.//
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