Y cómo avanza el frío,
cómo pesa la sangre coagulada, el yugo negro,
temprano, de los astros,
hay tantas veces que el ayer
no es suficiente, que la piel incisa...
desconoce los abrigos,
que el viento Norte corta las maromas que nos ataban
a puerto.
cómo pesa la sangre coagulada, el yugo negro,
temprano, de los astros,
hay tantas veces que el ayer
no es suficiente, que la piel incisa...
desconoce los abrigos,
que el viento Norte corta las maromas que nos ataban
a puerto.
Siempre ha ocurrido lo mismo,
las uñas no pueden con las losas,
las ferias se llenan de niños muertos,
las radas guarecen los últimos muñones del estío
bajo toallas que lloran aguaceros
inevitables,
la promesa y la espina
morreando sus lenguas congeladas.
Sí, su boria victoriosa que llena los cajones,
el invierno que demuestra que, de nuevo,
marramos.
las uñas no pueden con las losas,
las ferias se llenan de niños muertos,
las radas guarecen los últimos muñones del estío
bajo toallas que lloran aguaceros
inevitables,
la promesa y la espina
morreando sus lenguas congeladas.
Sí, su boria victoriosa que llena los cajones,
el invierno que demuestra que, de nuevo,
marramos.
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