Cómo te atreves a mirarme a través de la ventana...
Tu solsticio anterior quizás me vio con otra, sí, pero quién coño eres,
puta luna llena, para traerme la pizarra de los erros y las prisas,
quién te ha dicho que algún día fui sincero,
cómo separas la siembra de la paja,
quién te ha hecho galana de esta noche, quién te otorga el derecho a mensurarme,
si ahora yazco en otros brazos, si ahora anhelo otras sonrisas...
Tú sigues arriba, a ti no te importamos, tú no me conoces...
sólo sobreviviendo, y con tu jodida corola
amarrada a mis colchas, asertada contra heridas, redundante
en la inopia del huirte, del escapar
de la sierpe.
Precioso. ¿Sabes cuántas lunas llenas nos quedarán por ver?
ResponderEliminarSé que sólo tú me muestras amor en estos tiempos de Ícaro. Sé que eso no se mide en lunas llenas. Sé que me hastío de las pieles fáciles. Sé que he descubierto mi piedra, afilado, agrelada, lunar.
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