De lo escrito antes sólo quede el negro de lo antaño,
sentencia firme es losa tal guitarra callada a su quejío estridente,
respeto, acato, y la miel se me torna abeja,
compartir es más de lo que sueña tanto sudor insomne.
(poemario anterior suprimido -ya sólo hábil para interesados-, por respecto a la reciente firmeza de una resolución judicial).
Me gusta mucho, este relato Andrés, aunque no parece ficción, y el hecho es bastante luctuoso como para gustar, pero, es muy bueno. Es solo mi opinión. Un abrazo-
ResponderEliminarGracias, reina. De ficción, efectivamente, nada de nada. Real y reciente, como lo que nos ocurre cada mañana.
ResponderEliminarUn besazo.