Company of Wolves

Company of Wolves
Bark at the Moon

lunes, 28 de abril de 2014

Imbéciles.

Hay días en que despierto y el reloj despuebla mi horizonte...

Sé de lo importante, sí, sé de lo terrible, 
sé que no vemos a nuestros padres y no reímos con nuestros hijos,
la representación teatral es una ópera bufa de maletines y corbatas,
la bambalina que cubra toda esta indecencia de trajes de postín,
los amigos desterrados a las llamadas trimestrales,
lo siento, cuánto lo siento, se escapan los meses como huye el viento
detrás de las olas a las que nunca alcanza.

Llegará el día de lamentar esta estúpida costumbre,
la arenga de los curas dijo que éramos "para siempre".
Horas perdidas trabajando en vez de abrazar a los que se irán.
Días empleados en condecoraciones,
medallas y logros que se fundirán con nuestros huesos.

Ver no es sinónimo de aprender.
Somos borregos guiados por un pastor insaciable,
y a ratos creo que soy yo mismo el que llama a su rebaño.
Imbécil, Andrés, eres imbécil,
los lobos del tiempo siempre juegan con ventaja.

 

jueves, 24 de abril de 2014

Gilipollas.

Dices que me debería haber acostumbrado.
Dices que todo esto es en realidad mi sola culpa.
La vida ha puesto un muro delante nuestro.
Sólo hay que decidir cómo saltarlo.

Terapeutas sabios están limando mi adentro.
Si todo es mentira habrá que mentir más,
en el mus de las falacias siempre órdago a la grande,
si se cae la justicia y se hacen pedazos los derechos qué culpa tendré yo,
fluir, fluir, no reducirme a este mirar con la palabra angustia,
dejar de hostiarme a coscorrones de sinsabor con estas pétreas paredes
de lo que no puede cambiar.

No seré yo el que niegue que campo por las marañas de la neurosis.
Terapeutas sabios saben que esto duele y que será ineficaz
               (ay, la maldita diosa infalible de la eficacia).
No quitaré la razón a quien me diga que yo sólo nada voy a conseguir.
Bien sabemos que a Don Quijote los molinos le metieron la lanza por el culo,
y consecuentemente habrá que relajar el esfínter.
Nada es perfecto, habrá que contentarse con esquivar la chapuza,
con achicar las aguas evidentes de estas chalupas
en que se han convertido a los cuarenta las vidas de los otros,
pero aún algo se me revuelve y me sabe a vómito vital,
a existencias al margen, a axiomas que de pronto se demuestran yermos,
y prefiero seguir sangrando por las brechas de la imperfección,
sabedor de que no me cabrá la mar en la concha y que de San Agustín estoy hasta los huevos,
a fin de cuentas y por las noches este loco siempre se acuesta consigo mismo,
y la lucha inútil es el último baluarte del gilipollas.


domingo, 20 de abril de 2014

Wim Mertens.

Cuando escucho el "After Virtue" de Wim Mertens
sé que ha llegado el momento de acallarse.
Las décadas no han pasado por sus notas,
ni la muerte ha de llegar a sus corcheas,
es domingo, la espiga se eleva, la noche se retarda,
y hubo un tiempo en que yo miraba la mar y era joven,
quería ser de ayuda y blandir mis espermátidas.

No quiero admitir que ahora me siento peor
pero títulos y tratamientos me han sabido a atardecer,
no tengo fe, no soy humilde, la caridad es un saco de espinas,
Wim Mertens ya no se escucha ni en los teatros ni en las cloacas,
y quiero ser el de antes, mirar el Talgo el sábado y creerme al otro lado,
cantar los tipos del Código Penal y pensar que todo tendría sentido,
llorar con "En lo Más Crudo del Crudo Invierno" y aullar a la luna
como sólo lo hizo Ozzy Osbourne.

Temo que algo falta en esta mixtura,
y últimamente envidio a los poetas sus tremendas palabras,
yo poco puedo añadir a la añoranza de esos viejos compasillos,
Wim Mertens ahora sabe a pasado, y el antes es un censo pleno de tachones,
un muñeco ataviado de capotes y monteras,
cinco Inter-Rails sobados con sus sellos orientales, la suiza
que me folló en Thurso sin yo saber ponerme un condón,
la carta que nunca llegó a Schenectady diciéndome "te quiero",
mi pelo creciendo contra las esperanzas de mi madre,
unas cuantas hostias en coche y un diente postizo.

Wim Mertnes cantaba a la virtud y los pescadores calaban sus redes a la noche,
yo lloraba al escuchar su sónica maldición contra el marfil de un piano,
llamaba por teléfono a tu casa y casi siempre colgaba,
el Maestral helaba las madrugadas de Cala Flores y yo me levantaba contra su ulular,
me pelé los cojones durante años frente a la Isla del Mero y aprobé las oposiciones,
Wim Mertens decidió hacernos añicos con su "Strategie de la Rupture",
y qué coño tiene un hombre sin armarios llenos de discos viejos
y de melancolía.

Filibustero.

Has sido tú.
Nadie coadyuvó al olvido.
Noche tras otra, filibustero.
En ti cobraste tu presa.

Mas hay camino.
Hito, cruce, esperma.
Dolor que no vence.
Horizonte, susurro, venda

viernes, 18 de abril de 2014

Dios.

De contar historia grises he aguado mis vinagretas.
Hoy quiero dar gracias al Dios en quien no creo.
Sé que es cierto que el cristal hiere y que la roca corta,
pero hay cielos y olas, y las cristalinas
doran sus cantos inofensivos contra las lajas calmas de la mar.

Quiero dar gracias por los meados del perro de mi jodido vecino,
cada mañana esparcidos en mi terraza sus orines fecundos,
dar gracias por esa oportunidad de descubrir el sol y los árboles de la rambla,
de regar mi suelo como el que limpia su conciencia,
quiero dar gracias por la mano y los labios que me rozan a la mañana,
quiero dar gracias por la sonrisa del vérito amigo, por el ritmo lento del doom metal,
sé que hay callejones sin salida, sé que hay estancias oficiales,
sé del dolor, sé del tiempo, sé de la muerte,
pero Dios ha dispuesto a mis hijos en orden ascendente,
la boria no pide permiso para instalarse entre los bajos,
la sal resbala por mi lengua al catar el frío de las calas,
y cuando enfermo mi regazo se puebla de animales tremendamente irracionales.

Sé que valemos el peso del llorar en nuestras tumbas,
pero qué hermoso, mientras, el lazo,
la carne que abrazamos, el bastón que no golpea,
quiero darte las gracias, quiero decirte que lo entiendo,
tanto de Tu fermento en mis raíces y todo Tu viento a mi espalda.


sábado, 12 de abril de 2014

Still Life.

Lo diré en sólo dos minutos,/
es un don vergonzante tener el pie sobre la arena,/
el pecho bajo el cielo y el clavo enrobinado del sol libertario,/
la vida se descuelga y nosotros con nuestros cencerros,/
la ola prosigue y no acertamos en su desalojo./

Y poder acompañar a la muerte en su retirada de cada hora,/
y ceder la mortaja a la mandrágora y a su cuerpo sepulto..../

Tener suerte es materia de idiotas, pero hoy estamos vivos,/
y casi podremos alcanzar una sonrisa,/
una tregua de ansiados silencios,/
el silbar de los alfanges contra la niebla de la rabia y el odio./

Sábado Santo.

Qué hermoso el dark metal esta mañana,/
el sol emperrado contra la afirmación tajante,/
sí, Satán existe,/
esta gente cobra contratos falsos a los extranjeros sin papeles,/
hay tiendas de veinticuatro horas donde se acinan los niños,/
esos dependientes de nuestras putas coca-colas y nuestros vicios,/
los negros se duelen al sonreírnos por unos céntimos,/
los hijos golpean a sus viejos y los forenses dan fe del horror,/
los jóvenes borrachos de desamor lloran en trastienda de los bares,/
Satán se ríe, y las teens siguen tragando lefa en Internet,/
y qué cojones sabré yo de todo esto.../

En la comodidad de mi sofá y la tumba de mi cama,/
en mis hijos con dinero para sus viajes de estudios,/
en mi cuenta corriente donde enmascaro mi supuesta utilidad,/
Satán álgido, Satán bigardo, el callado señor de los hombres,/
el valedor de los penes que hallan su consuelo en la nupcial mentira,/
el icono más adorado en nuestras colecciones de impurezas,/
mientras el "Coño Insumiso" procesiona bajo palio en Sevilla,/
durante las misas en las que les miramos el culo a las jovencitas./

Qué hermoso el dark metal esta mañana,/
las vírgenes de la coral vomitando sus sucios latinajos,/
los edictos del BOE requiriendo a Dios para que se abstenga/
de toda intervención,/
las lápidas pronto pobladas de cruces invertidas y de flores/
muertas.//



miércoles, 9 de abril de 2014

Despojos.

De tanto acrecer y desbordar he disminuido a lo cierto,/
a lo que únicamente soy yo y es un ser humano y tiene agujeros como noches,/
del pretendidamente hijo de puta al que sucumbe y descubre,/
y qué fácil es criticar lo que no conocemos./

No me quedan excusas cuando invado vuestras mesas,/
sí, he llorado, he reído, mi carne eritematosa conoce del tiempo último,/
de la muerte que cada día aventa sus jarapas, de la hostia de las pastillas/
psicotrópicas, de la delicia del vino, de la vomitiva palabra,/
sí, soy el mismo que se fue y he dejado el sollado lleno de flores sin olor,/
como tantas y tantas maldiciones./

Por todo esto hoy es la roza en la piel, hoy es el pasado recidivo,/
es la sangre que por fin he mencionado./
Vinimos aquí a ser perfectos pero hubo días como fauces,
y será al fin el tiempo de la leva negra,/
de las faltas sin pecado,/
de los códigos penales que se repartan, vencedores,/
los despojos./

miércoles, 2 de abril de 2014

Adultos.

Antes tenía un porqué para cada día.
Era antes de que todo esto cobrara sentido.
Recuerdo a mi abuela cocinando la esencia del caldero,
recuerdo a mi padre luchando cada día con una corbata al cuello,
recuerdo el dolor que ya me producía escribir, recuerdo
que estuve enamorado, que era bajo y feo, y era joven, y yo no sabía
nada de esta vida...
pero al menos sabía que quería ser feliz.

Creció mi cabello y se aventó mi estulticia,
me alejé de la mar buscando la verdad, y la verdad no existe,
la verdad está en las mentiras que les decimos a los viejos,
la verdad es que somos unos jodidos pijos consentidos,
la verdad es que las izquierdas y las derechas saben pisar las moquetas,
la  verdad es que somos escorpiones que lamen el aguijón ajeno,
la verdad es que tenemos tanto miedo,
tanto miedo...

Hoy la niñez se marchó, la inocencia sufrió el envite de cien pollazos,
sé que os medís los falos con los caballos de vuestros cochazos,
sé que tomáis pulpo y cerveza en el country club y vuestra casa de la playa se llena de fantasmas,
sé que no eres nadie sin una hipoteca que te haga respetable,
sin un hijo que a ratos te odie, sin un sol
que te ilumine mientras le sigues rompiendo la boca al prójimo.

Creo haberlo comprendido.
El metal más precioso es el rencor.
Si marras el tiro eres un enfermo mental.
Si miras hacia atrás eres un perdedor.
Si tiras la toalla te quedas en pelotas.
No hay patología más grave que la esperanza.


Adelante.

Mirar para otro lado no nos servirá de nada.
Hay algo en el tiempo que no nos pertenece, nos creímos elegidos
mas nuestras moradas colmadas de objetos se las repartirán los buitres,
hemos abierto oquedades en la fecha de la muerte, nosotros
fuimos ávidos reyezuelos del logro, del donaire de nuestros árboles maduros,
y siempre volverán sus frutos al suelo pantanoso, nada de lo que hagamos tendrá sentido. 
Nadie escapará del silbar de los vientos postreros.

Quisimos ser habituales, como tantos,
quisimos cerrar los párpados, tapiar el alma, clavetear las bocas,
sin invitados que observaran cómo hervía el dolor en las cacerolas,
estudiantes, universitarios, opositores, profesionales, de qué, de qué han servido
esas palabras y esos años, esos guijarros a la mar informe, esas recuas de bueyes zánganos,
hoy vamos tras nuestro encuentro en estantigua de difuntos, hoy
vemos que quizás la felicidad se escurrió por los poros de los Registros Civiles,
hoy aún nos queda tiempo, aún Baco puede engañarnos, todavía
podremos recoger de la pira nuestras ropas raídas, las armas romas
esparcidas en las estancias del guerrero.

Dame el nombre de la sangre, y yo te daré el del llanto.
No haya en las brújulas más Norte que el seguir hacia adelante.

Estrecho.

Pronto me iré.
Trataré de asirme a lo pequeño, a los calendarios aprobados,
a lo imperfecto de las soluciones.
Buscaré motivos para la alegría y sé que no podré evitar correr
allá donde las metas ya están deshilachadas.
He de ser fuerte, el héroe que se venza, el mito que se duela,
grano a grano separar estas gavillas de la mies negra,
piedra a piedra tropezar hasta que sangren los pies, ávidos
Escila y Caribdis, los monstruos del estrecho de la lágrima, 
os daré nueve horas y ni una más, o acaso
me daré de nuevo la espalda y haré de mi semblanza la fuga
impecable
del suicida.