Company of Wolves

Company of Wolves
Bark at the Moon

martes, 29 de enero de 2013

Santiago el Mayor.

Me cuentas que se puede modificar la conducta,
que somos los dueños de nuestros actos,
las costas que rompen nuestros oleajes.

O quizás no.

Yo veo cada tarde que prodigo mis defectos,
y hay autómatas por las calles con apariencia de seguridad,
llevan agendas como losas en las alas del avefría,
son caza mayor que no cree en las postas
ni en las celadas.

Creo que muchos de los que nos ríen son unos lamepollas,
que muchos saludos encierran alfileres y que todos hemos matado alguna vez,
pero tú insistes en ayudar, te emperras
en que no mire los ojos de las niñas desfloradas,
a cambio de estas nadas de vino vérito y tapas anochecidas que te ofrezco
cavas más hondo si el viento nos acerva los labios rotos,
aprietas las heridas si la sangre nos muerde, como siempre,
rabiosa en su desgarro de cuanto hayamos construido,
te aventas contra el odio y me niegas los evidentes
cadáveres.

Tiene que ser eso por lo que, contra legem, te quiero.




domingo, 27 de enero de 2013

Lorazepam.

Qué te estás haciendo...

Ayer no te tomaste el placinoral,
quizás no lo hiciste porque ayer te obligaste a ser feliz,
simplemente a vivir,
y esta mañana has seguido, pertinaz, en esa obstructiva dinámica,
pero de pronto,
de pronto,
los cuajos de cielo se han tornado tantos fangos muertos,
los restos del mar de Barcelona han perdido el sentido de sus aguas,
todo se ha desecho en media hora, un mundo de ennegrecidos Saturnos,
eso ha quedado, voraces,
comiéndote a tus hijos, devorando tus heavys logos musicales,
qué te estás haciendo,
has tenido que cabalgar a cuatro ruedas de vuelta a tu encierro,
has libado las pastillas al llegar como el maná que te alejará del horror,
cúmulonimbos de la depresión, química que puede sobre el ego,
neutransmisores
de rodillas en el cieno farmaceútico, qué llevas años haciéndote,
tus hijos no han tenido un padre,
tus autos no han sido autos de fe,
tus sueños eran fingidas alzas para tus pies de enano, ya sin la gloria de Moria,
manos blandas al timón del vendaval del lorazepam,
qué te has hecho,
qué eres hoy,
quién te podrá entender,
en la ansiedad por ser más te has herrado las pezuñas parestésicas,
qué divide, dime, qué separa
a tus yonquis
de tus falsos y exhibicionistas
sabios.

martes, 22 de enero de 2013

Pedro.


Decir gracias a veces es decir basta,
en mi soledad de faroles de luz escasa no suele penetrar la brisa,
y me dije antaño, cuando señoreaba los litorales desertados de turistas
que alguien que te quiere es más de lo que merecemos,
me dije que el guardián de las llaves siempre veía toallas vacías,
bragas de verano esperando sus sexos, almohadas deformes,
pensé, de veras, Pedro, que yo me quedé allí por mi propia cobardía,
no supe que era el único que aún sentía el dolor del Cabo,
que confesaba amor en Julio para no violar elfas en Noviembre,
me juré que mi nadar sí sería solo.
Hoy escribes de justicias y de mitos,
y nada más lejos del joven que nombró los balcones,
solamente la lucha, la guerra, la sangre del mal en las uñas de gaviota,
los tatuajes de costas isleñas,
sólo eso tuve en los neceseres, y mis palabras son vacuos recuerdos
a vos debidos.
La poesía no es más bella que la huida,
la voz no es más digna que el desprecio, la noche
me abre, nos abre, carnes de otros que muñeron el papel y sin duda
todo les fue para nada.
Decir gracias es decir lo siento,
querría creer que son las palabras, contra la cizalla, pernos de pétreo aire,
pero la cadena ha de romperse,
la lucha se perderá,
querría otro final para la fábula del poeta y del amante,
pero el mármol siempre es frío y el bramar siempre es inútil, y me rindo,
no soy suficiente, Pedro,
no tengo el don ni sé de la mentira de cada alborada,
decir gracias es decir ya mucho, pues
todo lo arrancado a los albares del papel
son pistas de los falsos funerales
de la muerte.




domingo, 20 de enero de 2013

Un minuto.

La insatisfacción es mi única enseña,
y por ello soy mucho menos que los que son menos que menos,
me empecé a construir con nobles materiales,
o eso creí,
eran pavesas de adobe domeñado en realidad,
era arcilla de la boca del lodo del mújol,
podridos limos del fondo de mis puertos.

Ahora mi novia dice que soy el son del desapego,
que todo acabé de hacerlo antes de que empezaran los demás
pero es mentira,
yo edifiqué mis chozas sobre mierda,
pues es la mierda el elemento más sólido y cierto de cuantos nos rodean,
y sí,
así sabedlo,
mentirosos bastardos.

miércoles, 9 de enero de 2013

Wind Chaser (a John Norum).

Imbécil,
pensé que los vientos eran míos,
aprendí sus nombres a mi triste llegada a Noto
(arrastrando mis botines en una nueva proeza del que folló y ahora humilla)
y creí que actuaban a mi antojo,
que levantarían las faldas del verano en la juventud del siempre
o del jamás,
estulto, pensé
que los mapas eran mis cartas de invitación a la vida que llegaría.

Ahora ya me sé embarrancado en el Levante,
palideciendo a las noches para agarrar a mis sueños en sus últimas riberas,
el Euro es una palabra vacía en mis bolsillos, y el Céfiro mi mano solitaria sobre mi polla
nunca bienvenida,
imbécil, creí un día que al Norte encontraría consuelo,
dejé a mis hijos por unas tetas viejas y descubrí que Bóreas es el rey de los pezones dolorosos
(ya no nos podíamos siquiera correr, lo recuerdas, ¿recuerdas?),
compré equipos de inmersiones para seguir sus espasmos y sus corrientes,
sus nombres de mar salada, sus saludos de tierra abajo,
y todo se secó...

Gilipollas, eres un gilipollas, Andrés,
un tiempo creíste que los vientos te esperarían,
y hoy solo encuentras la calma blancor de los muertos de tantos pecios
y el nombre de popa en las yermos navíos varados, ad aternum,
de la jodida
jurisdicción.

viernes, 4 de enero de 2013

Black Diamond.

Ser quien nunca he querido ser,
estar donde siempre supe que no estaría,
no amar a quien juré amar para siempre,
querer a quien lo alcanza mas desear que la hulla
me cubra del hematoma
de la pura negra
pedrada,
no estar satisfecho, no.

Me dijeron que todo iba a ser tan hermoso,
que la vida tendría un ancla firme y una tierra fértil,
me contaron tantas cosas...
y creo que todas las he macerado con el acanto
de mis templos, arcanos,
derruidos.

Ahora no creo que nos toque reírnos, no,
pesimistas y derrotistas son los arcanos de los tiempos que han llegado,
me contaron que en el amar no habría más que un coño y un silencio,
me creí que era un tío muy cool que conocía del heavy metal y de las letras
polinómicas,
pensé que había dado con mi reflejo en unos jodidos pelos y una sobada toga,
me he equivocado,
todos os habéis equivocado,
lo único cierto son los errares de los yerros que muerden sobre la carne viva,
dime poeta de lo obscuro y yo te diré mierda,
mierda,
mierda.