Company of Wolves

Company of Wolves
Bark at the Moon

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Vacío y mañana.

Mañana muchos de los míos no estarán,
mañana tendré razones poderosas para la mentira,
mis tíos y primas siempre me han creído señor de los zarzales,
cómo os convenceré que las miserias que oiréis son sólo mías,
si en este nudismo interior voy a quedar palpable como el congrio de los pecios últimos,
cómo tratar de que mi desastrado sexo oral no invoque sus públicos
fracasos.

Tener miedo puede no ser suficiente,
el vino blanco puede ser el agua de esos esteros que se ahogan en la sal,
el nombre de todas las cosas es a veces guarro pero es siempre verdad,
y tengo miedo de perderos, y temo estar sólo en medio de una sala estéril,
sé bien que no soy un poeta y que hay quien me ha calificado de persona.

Siempre podré usar del velamen del consuelo...
Somos reos sin culpa alguna que quebrantan sus condenas,
somos los buzos guays de estas costas donde los espetones ya ni siquiera nos huyen,
los cumpleaños cibernéticos son un donaire de hipocresía,
quién nos quiere, quién me quiere, dónde nuestras alas negras, pesadas,
dónde los últimos recodos donde esconder nuestra amargura.

Mañana muchos de los míos sí estarán, y no les he de gustar,
quizás es que he confundido los códigos con los barros,
quizás es que sólo escribo mierda porque soy uno de sus ciertos componentes,
quizás en distinciones y exquisiteces hemos dejado la herida abierta
y ya a nadie le importan la palabra, la arteria que mana, la carne expuesta al hielo,
puede que mi único problema sea que agrimenso mi dolor en tahúllas
que acrezco y alimento, en mi avulsión desbocada, en mis cauces destructivos.

Puede que no sea el único que así lo sienta, pero esta soledad me abrasa.
Nadie va a venir a salvarme de mí ni a darme golpes de espalda.
Me pesa tanto el pasado que se me volvió silencio,
me persigue el niño que se perdió y ahora
me es tarde para este satánico juego de escondite de las plazoletas vacías
del arrepentido.

Los versos por delante y la mar despavorida...

6 comentarios:

  1. Un abrazo enorme, mañana quien sabe lo que pasara, disfruta amigo. y eres persona y poeta, muy grande. besazo

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  2. Gracias, querida Alicia. Tú es que me lees con ojos de grandeza, la propia de tu ser.

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  3. Quien? Yo, por ejemplo.no es gran cosa pero es cosa cierta. :*

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  4. No eres el único que así lo siente...tantas veces la soledad abrasa, y aun asi seguimos jugando al escondite cuando tal vez nadie se molestará en encontrarnos. Un abrazo poeta

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  5. Un abrazo, Julia. Ese día en que casi me escondía de mí mismo estuviste allí, y recuerdo esa sonrisa y esos ojos. Gracias por molestarte en encontrarme, y por esas palabras tuyas, que me da a mí que la soledad no podrá nunca abrasarte.

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