Company of Wolves

Company of Wolves
Bark at the Moon

jueves, 5 de septiembre de 2013

Despachos.

Si hemos de abusar de las letras habrá que pasear por sus calles,
orillear sus mares, ventear sus precipicios,
para tener algo que decir habrá que sentir el horror de tantos otros,
todo eso lo sé,y hoy mi pantalla sigue y sigue en blanco,
miro mis manos y las descubro llenas de azadas,
cavo y cavo bajo mis pies quietos sin hallar sino al hijo idiota de Sartre,
las piedras Sísifas me han ido chepando y las anclas salvadoras tornan en raíces esclavistas,
creedme, creedme si insisto, hemos naufragado a pesar de tantas leyes,
y desde los despachos oficiales parten las galernas mas poco horizonte se otea.

Por eso caigo, desciendo, en la ignominia de mis sensaciones,
pues son mis días un contemplar del odio de todos nosotros,
hermanos de familias encontradas, hijos de un Dios que se empeña en callar y callar,
una búsqueda de la mentira que acaba encontrándose,
y en este palacio los poetas son bufones, testificando el dolor de los vírgenes pechos magreados,
dando fe de los hematomas que sazonan todos los tactos,
heridas que poblarán las carnes de los días y de los que osen vivirlos.

Yo quise antaño seguir esta senda, y ahora acontece que termina en el Maelstrom,
Poe ya murió rabiando sus últimos centavos en aquel sucio arrabal advirtiéndonos,
los torbellinos no conducen a ninguna parte y las aguas más puras nos ahogan,
quisiera hoy hablaros de la tarde y del avefría que presencia cómo se acerca su tiempo,
narrar los nombres de las portezuelas y cómo hay manos cercenadas bajo sus aldabas,
pero quien vive para los demás pierde el brillo de sus propios apellidos,
y hoy soy hijo de la Nada, padre del vacío, y nada que contaros tengo, y me temo
que muchos somos putos Reyes Magos sin presentes, que ya sólo regalan el consuelo del insípido olvido,
extraviados todos
sin carbón siquiera que amonte en las capazas del amor y las arcas llenas de tantas,
de tantas
ausencias.

2 comentarios:

  1. A mí me gusta la poesía llena de contenidos vivos, hirientes, latientes de actualidad, a veces cortantes, sensuales y, a veces, porqué no decirlo, capaces de sacar de dentro del autor los sentimientos más plenos de ternura y, ese poema lo es. El titulado Budapest, también me gustó. Buen fin de semana.
    Antonio Verdú.

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  2. Gracias, mi querido Antonio. Vos lo valéis.

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