Company of Wolves

Company of Wolves
Bark at the Moon

martes, 13 de agosto de 2013

Me dijeron.

Me dijeron que podría con todo...
Me mintieron.

Debía de ocuparme de cada pleito como si fuera para mí el más importante,
no en vano las vidas que hacen eco entre sus páginas pendían de mis hilos,
debía de motivar siempre mis resoluciones, debía de dar siempre respuesta correcta,
debía de siempre sonreír, de nunca estresarme, de nunca darme por vencido,
ser la antítesis de la debilidad,
ser el equilibrio en mitad del ahogo repetido de los pecios de la legalidad,
¿y soy yo el único que se siente ante los tantos miles de pronto tan,
tan
incapaz?

Me dijeron que debería ser el mejor padre para mis hijos,
me decían que sus alas dependían de mi ejemplo recto,
había libros en los estantes de cómo educar y cómo amar,
y no leí sus páginas, y amé a matar y morir, y di algo más que mi sueldo y mi lágrima,
di incluso mi último efluente, mi casi inexistente
ser...
me dijeron que así serían grandes personas, y a veces pienso que lo son
incluso a pesar mío.

Me dijeron que nunca perdiera a mis amigos,
me dijeron que a veces sonaba la llamada en plena noche,
y resultó que mi sangre de pronto se dividió en tantos meandros,
insulas in flumine nata, terrenos sin banderas, distancias no esperadas,
de pronto ya no tengo a mis amigos, estoy a lo lejos, estoy al otro lado de la pesadilla
de su existencia,
y ya ni cojo el teléfono para recordarles que les quiero más que me odio a mí mismo.

Me dijeron que Dios estaría a mi lado,
me enseñaron los Mandamientos, y cuidadosamente los incumplí todos ellos,
se empeñaron en perdonarme, pero ese ejercicio siempre me supera,
me dijeron que Dios existiría, y yo me empeño en negarle,
si lo hubiera, habría hecho de mí lo más y lo mejor,
¿y soy yo el único que clama a la noche esperando una respuesta?

¿Estoy solo cuando me despierto y veo que la piedra quedará más allá de los días?
¿Soy el único que ha entendido que con cada error le hago daño a tantos,
estoy solo en esta tormenta de salivas repartidas, de incisiones abiertas, de naufragios
sin un solo armisticio?

Me dijeron que nunca me sentiría solo, solo, solo...
Sí, me mintieron.


4 comentarios:

  1. Siempre mienten, siempre nos mentimos, siempre estamos solos en el fondo y aún más en la superficie a veces... aunque a veces hay también otra soledad, otras soledades, que transitan el mismo camino, y hacen que, compartida a ratos, la soledad propia sea un poco más llevadera...

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  2. Sí, te mintieron, como a todos nos mienten. Pero tú no te mientes, tú vives en la verdad, en tu verdad y eso...
    Eso duele, Andrés. ¿Por qué crees que la hipocresía es legión? ¿Por qué en las buenas son tantas las manos amigas que golpean con cariño tu hombro, y en las malas ves en realidad quién te valora por ti y no por lo que representas?

    Cada uno elige, quiero creer que es así, su opción de vida, su actitud ante la vida y los que te conocemos sabemos que has elegido la auténtica, la que duele, pero no te engañas a ti mismo.

    Abrazote, colega.

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  3. A veces ni siquiera te lo dicen, ni mintiéndote ni sin mentir. Luego descubres, y el dolor se hace más real.

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  4. Me gusta mi Magda porque consigue decirte cuán mal pintarán los bastos, para luego convencerte de que incluso esa palo es mejor que otros. Y anima, anima de veras. Anda entre penumbra pero es toto luz.

    Me gusta mi Acróbata porque él ya lo ha descubierto, y a pesar de ello sigue adelante. Mr gusta, sí, porque sabe del dolor, y lo digiere. Y esto no es mal de muchos, no consuelo de tontos.

    Celia, descubrir es penar. A ratos, una pena excesiva por nuestros actos. A otros ratos, una decepción con la cara de otra persona. Razón llevas.

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