Company of Wolves

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Bark at the Moon

martes, 6 de agosto de 2013

Akelarres y Agosto.

Lo he intentado (y quién no), año tras año,/
he tratado de vivir conforme a vuestras normas,/
sabía que por esa senda no habría lobos/
ni tendría que explicar cada jirón de mis ropas,/
en verdad me he esforzado y he seguido las señales,/
bodas y anillos, libros de familia y trajes de cristianar,/
hijos que sean el porqué de mis padres,/
mas yo no creé este esmegma opaco y agrio que me invade la alacena,/
ni elegí este sonar de las almas, sin otra música que el alarido y el húmedo cantar,/
traicionero,/
de las medusas.//

Supe que eran bien hallados los que atendían las campanas de la diaria Misa,/
que eran bien intencionados los que creían en las normas rectas y en los premios ciertos,/
os envidié, y bien de niño me enseñaron vuestras evidentes ventajas,/
y sin embargo, me diréis que como todo idiota,/
como todo niño pijo sin otra causa que su supuesto hecho diferencial,/
he levado mis tropas entre el barro de esas babosas que vomitáis,/
en las siempre nutridas tabernas del escepticismo.//

Por eso todo se hace cuesta abajo, acantilado y ceguera,/
el Bien y el Mal confusos como la guadaña y el hambre,/
una sola mujer para un solo hombre, una respuesta para cada enigma, un clavo/
si pisas fuera del encaje de Camariñas que hemos puesto a tus pies,/
una herida como una mentira si empiezas a preguntarte capulladas.//

En estas tumbas litorales he inscrito hace décadas mi nombre, pero nunca me he marchado,/
mis años viajeros nunca se han llevado al chico del arpón y la rascasa,/
ando por La Barra de mi Cabo de Palos y todos miran a un extraño espécimen,/
todos sabéis de mi cuarto de derrota, y yo sé que todos somos iguales,/
nos duele bien adentro y nuestros postres saben a negro,/
sí, y sin embargo, no podremos compartir la mesa.//

Todos miramos la mar pero muy pocos creemos que andaremos sobre ella,/
a las cenas del estío la luz del faro ya no encandila pescadores sino ciertas transacciones comerciales,/
sabéis que os estáis follando a vuestro esposo pensando en su mejor amigo/
y que en las comidas de trabajo derramáis el alioli en la putas de los hoteles,/
en este camino no habrá lobos, pero sí hay recodos de vergonzosos silencios,/
sobres de caldero negro que sólo blanquean los gusanos del secreto,/
coches de puta madre que acallen las conciencias y las envidias.//

Me debería ser más sencillo.../
téngase en cuenta que aprobé una oposición y se me supone un tipo muy respetable,/
mis hijos han decidido comprar su ropa en Bershka y mi apellido dicen que es de los "buenos",/
pero hay ovejas blancas que luego resultan carneros,/
y en el altar de los aquelarres los novicios hacen dádivas más que generosas/
y ocultan sus caras a la alquimia de las clases sociales.//

Somos, sí, hermanos peleados por la misma herencia,/
somos albaceas de lo poquísimo con los bolsillos llenos de jodidas piedras,/
tirando a dar, libres de culpas, ilesos sólo/
por momentos./
Que sean las vuestras siempre las primeras./

3 comentarios:

  1. Andrés, somos lo que podemos, no lo que queremos. Y en el querer se crece, unos hacía lo oscuro, otros hacía la luz. Tantos quereres como voluntades queriendo.

    Abrazote.

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  2. Supongo que llevas razón. Somos lo que podemos, pero un poquito también lo que queremos ser. Los determinismos no son verdades absolutas: no quitemos ni un ápice de culpa a tanto hijo de puta.

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  3. Of course, my friend. Por eso comento que en el querer se crece.

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