Company of Wolves

Company of Wolves
Bark at the Moon

sábado, 3 de agosto de 2013

Agosto.

Cada día que ha pasado ha conformado un año,
un nuevo año que he perdido en los arrabales de mi propia vida,
sin atreverme a bucear esos ríos de puercas riberas, sin osar atravesar la muralla de mi odio,
qué somos, quién soy, por qué me huyo, por qué dependo tanto de vuestra jodida
aprobación.

Quizás si soy un gran juez las gentes van a quererme, pensé,
                                  (pero yo no me querré),
quizás si soy un gran tipo se me abrirán las puertas de piedra de los corazones, quizás,
puede que mis sonrisas os hayan hecho pensar que dentro se almacena la siega de la felicidad,
pero lo cierto es que en las tardes y las noches de todos estos meses he perdido mi partida
contra los cenicientos tomos de la vernácula verdad
que tanto de los otros pidieron y a la postre todos despreciaron.

Os lo dije, el necio emperrado en su lucha sin conquistas,
el imbécil sin báculo en que apoyarse ha dictado ochocientas nuevas sentencias,
ha proseado decenas de autos de prisión revolviendo las pavesas de las lágrimas,
enhorabuena, pues, por las noches que no has amado, por los versos que no has escrito,
sufriendo día tras día por el retraso de los tiempos en la respuesta al pueblo soberano.

Has vuelto a hacerlo, Carrillo.
Ha tornado el estío y tú mismo te has agostado.
Reirás hoy con los poetas a la fácil fragilidad de la botella de vino,
y nada va a cambiar, todo esto es tu amarga farsa lenta,
decidió el Alto Señor de Madrid que este era tu camino pues lees los documentos y tipificas las conductas,
mas se acercó la mierda, y sólo pude decir mierda,
tuve miedo, y tengo tanto miedo, y a ratos odio estas fortalezas que he levantado,
a ratos me pierdo en mis bajos submarinos de la noche y la brújula obscura,
ya no podía más, y fue el invierno, y sin embargo pude aún más,
y ya no quería más, y abril me asoló, y no quería ni quiero ni querré,
seguir, seguir, para qué, bogar empecinado cuando la verdad yace en las anclas,
mía ni la mano en el desgarro, mías la leyenda y la derrota, la cruz última
del camposanto del que ya escaparon todas las ánimas.

2 comentarios:

  1. Una persona con la que sólo puedas reír es una media persona.
    El mundo siempre, siempre estará necesitado de poesía, los poetas solamente son el vehículo y no todos... y sólo unos pocos, aquellos que escriben desde la verdad, su verdad.

    Abrazos, poeta.

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  2. Una persona con la que sólo puedes reír no es tu amigo. Y ese extraño sentimiento de amistad es de lo poco que me hace creer a ratos que somos algo más que bonobos peor o mejor vestidos. Abrazos para ti, amigo.

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