Company of Wolves

Company of Wolves
Bark at the Moon

martes, 5 de febrero de 2013

Los últimos serán los primeros.

Resulta difícil explicar porqué sigo haciéndolo,
contando historias acervas a gentes a las que no interesan,
será porque a cada madrugar despierto a un mundo que otros ojos no ven,
niños que desiertan al llanto de sus abuelos paternos
(papá no puede ya salir de su tumba para decir dónde yace el amor),
madres que cambian el lecho de sus hijas por un poco de heroína,
mirar para otro lado, paredes desconchadas del desgarro de las muñecas,
veteranos combatientes del Este rompiendo fístulas anales en las cárceles,
y alguien a quien quiero me dijo que yo no valía para esto...
no llevaba razón.

Ábaco ha de haber, insisto, que cuente los misterios de este rosario interminable,
por más que lo sepáis se os debe recordar que el Zen falleció entre gemidos,
porque los bolivianos
trabajan sin contrato y si el clavo les atraviesa no van al hospital,
porque los opusinos se rozan, satánicos, con la mano del negro que les pide una moneda
al aparcar de sus cochazos en la calle Greco,
porque yo condeno a los gorrillas por desobedecer la autoridad
de la alta instancia uniformada que les habla de lo legítimo del hambre,
porque la gitana sólo quería saber si el himen de la suicida (hubo amor en Benidorm) estaba íntegro
(recuerdo esa autopsia en busca de los últimos naufragios de un Romeo payo),
y alguien a quien quiero dijo que yo sería la última víctima de este espejario roto,
pero se ha equivocado,
mientras los leguleyos se llenan la boca del riesgo de fuga
sigo rigiendo los destinos de las rozas púrpuras en que labramos nuestras tierras,
voy cosiendo los estigmas y en algún lugar
revientan las costuras del aire al morir entre estos muros
fríos, de escabeles orinados y vergüenzas elegantes como corbatas de seda,
todo lo aguanto, y crezco dentro mía en un neonato que todo lo odia,
y dicen los que no me quieren que no soy el estable guardián del equilibrio de la Norma...

Cierto es que hemos perdido más que la esperanza en el camino,
pero aún el soñar de los balcones no ha dicho sus ultimas palabras, y creo, sé
que Cristo anda recorriendo los burdeles de la política y los Códigos Penales en busca
de sus apóstatas próximos doce apóstoles,
serán yonquis y corruptos y habrán, de lejos, cobrado ciertas comisiones,
puede que hayan escupido a los pobres y mentido a sus votantes,
pero serán mejor que yo, cuando pulo mi guadaña sin otra honestidad
que el permanente reino
del galipote.



No hay comentarios:

Publicar un comentario