Company of Wolves

Company of Wolves
Bark at the Moon

domingo, 17 de febrero de 2013

Angélica.

Angelical, podría llamarte a golpe de tuba celestial,
y no me oirías,
tú escuchas empero el plañir de los corazones viejos,
la melodía repetida del dolor encapsulado,
estás, de pronto estás, y brazos y mieles en boca de mis asnos,
y, angelical, a ratos creo que llegaste sólo para reinventarme.

No me conoces por enfermo ni por enorme,
tú no amas por un verso, ni por las calas de la luna,
ni siquiera por este invierno que vino a quedare entre los polvos,
no sabes de dónde vino este Ártico de miserias, pero luces,
derrites mundos de carámbanos que afilan tus guitarras de heavy
risa migratoria.

Quédate, pues, sígueme entre mis arrabales y recojamos los deshechos,
alba a alba he ido pudriendo mis remesas con el empape de lo que dicen correcto,
y alas obscuras y envidiosas te han nombrado hija de Satán, y así
Loada que nos sea
esta tu hierofanía, de preñez de saber del llanto, del paladear del acre,
de estar allá donde moran los silencios,
angélica, mujer de roja esencia contra tanto azul escarmentado,
estaciones ya vacías y de pronto el tren de tu certeza,
palabras que no tengo para ti, para tu ansiada
derrota
de mis falaces
cumbres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario