Company of Wolves

Company of Wolves
Bark at the Moon

miércoles, 24 de octubre de 2012

A ti.

No siempre que escribo tengo algo que decir,
ni siquiera siempre que te hablo tengo algo que contarte,
nunca me enfrento al otro con un plano de carreteras,
y son tantos los caminos sin salida que nos mostramos...

Es cierto que cuando se juntan nuestras gaviotas rapiñan sus nidos secos,
es verdad que en este singlar abordamos todo navío que nos tienda una bandera blanca,
admito que he sido peor de lo que quise, que fui la escoria en mis zapatos
y aciertas si piensas que lamí la mierda que pisé,
mas quién no lo ha hecho, quién, dime la verdad.


Y no por todo eso los espinales dorsales de mis labios mienten
en su dolor sincero de clavo y óxido,
y me atrevo a caerme y recogerme, acantilados unos tras otros como hermosas teorías de temor,
ni mi melena ni esta obscuridad de violín y polvo eran aquello que yo quise para mí,
pero nuestra carne es salazón, como un enema abierto al espejo que nos mira y nos aterra,
y mis años no son míos, ni tus leyes son las ciertas, nos perdimos,
extraviados, en ese afán de solo buscarnos.

Hoy mi salón tiene ventanas de inopia,
hoy mis dedos tienen pústulas de amor quebrado,
pero seguiré creyendo que una sonrisa esconde más que dentelladas,
mi caña cederá el carrete y seré yo la carnaza de tantos anzuelos que mordí,
y una copa de vino vendrá al rescate de esos niños que nunca (no, jamás)
dejaron de serlo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario